Junio es el mes en el que todas nuestras miradas están puestas en el futuro próximo. Un futuro en forma de vacaciones, mar, playa, montaña o rutas internacionales. Es un mes en el que estamos a la espera, casi de transición. La noche de San Juan da paso a esta transición.
Cerramos un ciclo y abrimos uno nuevo. El ciclo del verano en el que la rutina que hemos llevado durante los últimos doce meses se rompe, para afrontar nuevos retos y vivir experiencias muy complicadas de repetir durante el resto del año.
Pero este mes, en el que el calendario ya gira de forma definitiva y el calor desembarca con fuerza, es un periodo de tiempo donde podemos disfrutar de planes también diferentes. Y, además, con el aliciente de hacerlo con los días más largos de todo el año.
La noche de San Juan: la más corta del año con solsticio de verano
Nuestros pasos se encaminan con fuerza hacia San Juan. Con su noche más corta del año y la celebración del Solsticio de Verano. Una efeméride con miles de años de historia, que nos conecta con nuestro pasado.
Aprovechar la noche de San Juan, sus días previos o posteriores para cerrar una visita a la Sierra de Guadarrama con amigos, en pareja o en familia es una posibilidad que debemos tener en cuenta. Se juntan todos los factores necesarios para que nuestros días de asueto sean magníficos.
Durante el mes de junio, con las tardes alargándose hasta lo imposible, la posibilidad de visitar una localidad con la historia y la tradición de San Lorenzo de El Escorial gana muchos enteros.
Sus noches son magníficas. Sin tanto calor que, en Madrid. Con el Monte Abantos señoreando el pueblo. Y, además, su colección de patrimonio urbano, con el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial a la cabeza, son una tentación casi irresistible durante este mes en el que nuestro pensamiento está ya puesto en nuestras esperadas vacaciones.
¿Dónde comer para celebrar el solsticio de verano?
Comer en San Lorenzo de El Escorial o si lo prefieren, comer en El Escorial, es siempre una muy buena decisión. La larga sobremesa que nos acerque hacia el atardecer de la Sierra de Guadarrama ayudará a que el día se convierta en una experiencia inolvidable.
Comer en un restaurante de San Lorenzo de El Escorial, como es el Asador del Rey, es una propuesta que debemos valorar de forma positiva.
Estamos hablando de un asador tradicional. Ubicado en un edificio con una historia detrás de casi cuatro siglos. En el espacio que fue el Cuartel de las Guardias Valonas de Felipe IV. Desde su terraza, podemos comer contemplando las cúpulas de la Basílica del Real Monasterio. Y, además, podemos disfrutar de un menú cerrado en el que los platos protagonistas son el lechal y el cochinillo asado elaborados en horno de leña de encina. Pero, también, las carnes de altísima calidad como el entrecot o el chuletón de vaca premium cocinadas en parrilla de carbón o el delicioso bacalao con tomate al aceite picual para los menos carnívoros.
Todo ello, precedido de entrantes como la cecina de león con queso manchego artesano, la escalivada de verduras asada a la leña con ventresca, el revuelto de morcilla con piñones o el salteado de setas silvestres con gulas.
El pan artesano, postres también con sello casero y un vino especialmente elegido en catas a ciegas para maridar con el menú, forman parte de una propuesta especial. Propuesta que permiten al viajero y visitante recordar que, la mágica Noche de San Juan empieza con un buen homenaje gastronómico contemplando en lontananza los muros centenarios del Real Monasterio y las cumbres del Guadarrama.
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