Comer en un restaurante en San Lorenzo de El Escorial o El Escorial un lechazo o un cochinillo asado en horno de leña tradicional alimentado con madera de encina y hacerlo, además, en un edificio del siglo XVIII cargado de historia y con unas vistas excelentes sobre el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, monumento Patrimonio de la Humanidad, sólo es posible reservando una mesa en el Asador del Rey (Calle Floridablanca, 10 / San Lorenzo de El Escorial). En el establecimiento se respira historia y tradición. Forma parte de su ADN. Por eso nuestro restaurante es un Asador con Historia.
Para los amantes del buen yantar, la historia y la naturaleza que siempre propone con generosidad la Sierra del Guadarrama, comer en El Escorial es una propuesta que debe figurar en la agenda de forma obligatoria. Si se toma esa decisión, apostar por el Asador del Rey es hacer una inmersión total en una forma de entender la gastronomía tradicional castellana. Además, de forma respetuosa con siglos de historia y saber en los fogones.
Los asados, el lechazo y el cochinillo se elaboran en un horno de leña de encina. Este horno está ubicado en la puerta misma del establecimiento, a la vista de todos los visitantes. Allí, sin prisa, poco a poco, en un maridaje perfecto con los siglos de historia y la piedra centenaria del edificio, va madurando un producto gastronómico ideal. Para ser, finalmente, degustado sin prisa, con buen vino y mejor conversación.
Cuartel de las Guardia Walona para un Asador con historia
El marco para todo ello no puede ser mejor. El Asador del Rey está ubicado a pie de calle de un edificio construido en el siglo XVIII. En sus tiempos fue el cuartel de las Guardia Española y Walona del Rey Fernando VII. Un espacio singular que se completa a apenas un centenar de metros con el Real Coliseo Carlos III. Este Real Coliseo es otro edifico cargado de historia y que es un ejemplar único en su género en la Península Ibérica. En él, se siguen representando obras igual que en los tiempos del Rey Ilustrado, Carlos III.
Señoreando todo, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, cuyas cúpulas y muros Patrimonio de la Humanidad, son perfectamente visibles desde la terraza y ventanales del salón del Asador del Rey.
En conclusión, comer en San Lorenzo de El Escorial es por tanto una forma de disfrutar del mejor producto, de la mejor propuesta gastronómica y también, y no es cuestión baladí, de contemplar con calma y sin prisa como pasa el tiempo en un lugar donde el tiempo es el gran protagonista.