
Agosto es el mes de las vacaciones por excelencia. España prácticamente se paraliza en su latir rutinario. Pero al mismo tiempo, este mes, nos da la oportunidad de realizar planes diferentes. Desempolvar proyectos y objetivos que hemos tenido enterrados u olvidados durante los once meses anteriores. Agosto, tiempo para bajar las pulsaciones y buen comer.
Si estás de vacaciones en la Sierra de Guadarrama o no has tenido la oportunidad de salir aún o ya has regresado del periplo estival, nuestro entorno ofrece una amplísima variedad de planes para disfrutar de un espacio que no deja de estar vivo durante ninguna parte del año.
Fechas marcadas en rojo en nuestro entorno
En agosto, hay fechas marcadas en rojo en nuestro entorno como pueden ser las fiestas patronales de muchos de los pueblos de la Sierra, con San Lorenzo de El Escorial incluido; hay tiempo también para afrontar proezas como la Travesía de las Cumbres Escurialenses, que camina ya hacia los 70 años de vida y que nunca deja indiferente a quienes deciden participar en ella. Es tiempo también de andares reposados al atardecer, de lecturas sin prisa y también, por qué no, de comidas con eternas sobremesas.
Si decides que eres de los que te gusta comer bien, estas semanas de descanso estival son las perfectas para darte un homenaje gastronómico en compañía de la familia y los amigos y luego disfrutar de una larga sobremesa, de tertulia sin las prisas de los horarios del trabajo. Y si es con el móvil apagado y la agenda libre de citas, aún mejor.
Hacer realidad ese plan en la Sierra de Guadarrama es más que posible. Comer en San Lorenzo de El Escorial o en El Escorial es una apuesta segura.
Hacerlo en un restaurante en San Lorenzo de El Escorial como pueda ser el Asador del Rey invita a la tranquilidad y la calma; a la tertulia sin fin contemplando las cúpulas del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Agosto, tiempo para bajar las pulsaciones
Decían los viajeros antiguos que la charla, después del buen yantar, invita a la reflexión. Qué mejor camino que hacerlo, vislumbrando los muros centenarios de uno de los monumentos Patrimonio de la Humanidad más conocidos del mundo y hacerlo además, después de haber degustado un buen lechal o cochinillo asado en horno de leña de encina; o un entrecot o chuletón con el sello IGP Sierra de Guadarrama, regado con buen vino de Castilla y con la guinda que supone un postre artesano.
Cultivar el espíritu y el cuerpo es una fórmula siempre de éxito, pero hacerlo en agosto, cuando bajamos las pulsaciones es casi una obligación. Tiempo de calma y buen yantar. De ahí que Agosto sea tiempo para bajar las pulsaciones y relajarse.